Calor Sensible

El calor sensible es una forma de energía térmica que está asociada con el cambio en la temperatura de un objeto o sustancia sin que ocurra un cambio de estado o fase.

Cuando se agrega o se extrae calor sensible de un objeto, su temperatura aumenta o disminuye, respectivamente, sin que se produzcan cambios en la estructura molecular o en el estado físico del material.

De igual forma el calor sensible se puede definir como la energía térmica transferida que causa cambios en la temperatura de un objeto, pero no provoca cambios en su estado físico, como la fusión (estado sólido) o la vaporización (estado gaseoso). Por ejemplo, al calentar un bloque de hielo a una temperatura superior a su punto de fusión, se le está agregando calor sensible. A medida que la temperatura del hielo aumenta, se transforma en agua líquida sin cambiar su estado físico.

El calor sensible se puede calcular utilizando la fórmula:

Q = m * c * ΔT

donde:
– Q es la cantidad de calor sensible transferido,
– m es la masa del objeto o sustancia,
– c es la capacidad calorífica específica del material, que es una medida de la cantidad de calor que un material puede absorber o liberar por unidad de masa,
– ΔT es el cambio en la temperatura.

Los técnicos en refrigeración usamos la ecuación del calor sensible para:

  1. Calcular la cantidad de calor que debe eliminarse de una cámara para consevar refrigerados o para conservar congelados a la temperatura correcta.
  2. Para calcular sistemas de refrigeración que sean capaces de eliminar la cantidad requerida de calor.
  3. Solucionar problemas de los sistemas de los sistemas de refrigeración que no funcionan como debieran.

El calor sensible se refiere a la transferencia de energía térmica que causa cambios en la temperatura de un objeto o sustancia sin cambiar su estado físico.